martes, 9 de agosto de 2011

DAVID IGNACIO JARAMILLO

Algo

Como el choque del hielo sobre los tejados,
algo se arrastra sobre nosotros,
estamos bajo su furor confuso.
Atronador palpita y se agranda
sin cambiar de tamaño las suelas de los zapatos.
Se alimenta en las neveras,
se reclina tras el televisor;
no teme ni a la luz, menos a la sombra
su música no canta
sus deidades se apagan con el pulsar de los botones
lleno de proteínas Algo crece,
llama a las puertas ofreciendo la palabra en pasquines
de coloridas diagramaciones.
Algo nos estornuda en la nuca sin generarnos escalofrío
algo se baña con nosotros,
cuando estamos ausentes, algo sigue caminando
arrastrándose, esperando nuestro momento de mayor lucidez
para hincarnos los colmillos en los ojos
para convertirnos en ladrillos o en gravilla de calle azulada.

Algo se disfraza de caspa, de comida para peces
algo nos usurpa.