viernes, 16 de julio de 2010

DIEGO GALVIS

Hermanos compatriotas ya pueden
Recibirme en su regazo.
El golpe en la cabeza, producto
De resbalarme con el escupitajo de un alcalde,
Me ayudó a sacar la bandera en un día festivo
Y pintar la fachada de mi casa
Cuando llegan turistas.

El golpe hermanos míos,
Me hizo ser alegre
En desfiles que ciñen
Orgullo por raíces en cultura
Que desconozco,
Sonriendo sin embargo
Con una boca tan grande y tan falsa
Como el monumento recién erguido
Para fachadas socioagroculturales.

Hermanos compatriotas
Yo también se disfrazarme
Con chocatos y sombreros vueltiados,
Yo también se gritar: ¡que viva!
Mientras asesino a locos de parque
Y cuchitas que no entienden de modernidad.

¡Recíbanme pues!
He dicho.
Que yo también voy a conciertos
De grupos que no entiendo,
Y me duermo en el teatro
Para aplaudir solo cuando dicen: “mierda”.

Hermanitos patriotas déjenme bailar:
Que ya me tome el veneno,
Y rompí mi alcancía.
Mañana estaré muerto con ustedes,
Y el brillo de mis monedas
Al menos me alumbrarán por un tiempo.


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